Con bailarines de primer nivel, piezas coreográficas imponentes que invitaban a la reflexión y teniendo como escenografía la puesta de sol de Mazatlán, el festival Trópico Escénico inició de una manera triunfal su primera edición.

El proyecto que cuenta con la beca del estímulo fiscal del artículo 190 de la LISR (EFIARTES) y el apoyo de la Secretaría de Turismo de Sinaloa y el Instituto de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán, tuvo como testigos a cientos de personas de todas las edades entre locales y turistas que se dieron cita en la explanada Sánchez Taboada para apreciar el trabajo de los artistas provenientes de la Ciudad de México, Sonora, y Sinaloa.

En el primer día de actividades las propuestas presentadas fueron ensambles donde coreógrafos danzaron sus propias obras con temática como la conexión con la naturaleza, el cosmo y su sentir de la vida.

Para dar la bienvenida el público se montó una instalación con telas en movimiento de la artista Tun Naal, quien elaboró con material suave imágenes donde se apreciaba la danza, la naturaleza, utilizando tonos entre amarillos, azules y bautizándola como «Trópico Escénico».

Los primeros artistas en subir al escenario fue el ensamble que conformaron la cellista Natalia Pérez Turner, quién tocó en vivo una pieza de su creación para que los bailarines Frank Vázquez, Víctor Rodríguez, Maximiliano Vázquez y Diego Vega, autor de la obra, danzaran «IQ10», una pieza fuerte de ficción con tema sobre la creación del universo, las primeras experiencias corporales y las conexiones con las deidades.

En un homenaje a la naturaleza llegó la autora Samantha Narváez, quien danzó con gran expresión corporal «Mr. Blue Bird», una pieza inspirada en el movimiento de las aves enjalaudas .

El egresado de la Escuela Profesional de Danza de Mazatlán, Donaldo Burgoa, subió al escenario para presentar su creación denominada «Alunizaje», donde interpretó a Mabel, una joven que va camino al altar. Dio muestra del dominio de la técnica lip sync. Conectó con el público desde el primer segundo al iniciar su pieza desde los lugares de los asistentes.

Originaria de Hermosillo, Sonora la bailarina y autora de «Tango de los durmientes», Gabriela Ceceña, bailó con música en vivo de Beatriz Corona Gaz, una obra que fue una experiencia visual y sensorial donde hace una crítica a la sociedad tecnificada que avanza cada vez más rápido.

El dueto conformado por Carla Segovia y Guillermo Aguilar, danzaron su creación «H.A. R. L. E. M.», una pieza que traía un contenido de nostalgia que transportó con sus ritmos y movimientos a finales del milenio pasado e inicios del actual, elementos que cautivaron y pusieron a bailar en sus asientos a la mayoría de los presentes.

Luego de las obras presentadas el público reconoció con fuertes aplausos el trabajo de todos los artistas quienes agradecieron la muestra, ahí las organizadoras Ana Elena Gómez Rubio Ortiz, directora general y Elisa Medina Hudgins, directora de producción, manifestaron su emoción por el debut de Trópico Escénico reconociendo la ardua labor de cada participante.