existe una fórmula que protege tu fibra capilar evitando que el cloro la dañe. Esta es aplicando aceites como el de argán, de coco o de oliva.
Solo sigue el siguiente paso:
Frota un poco de aceite en las palmas de las manos, y distribuyélo por todo el cabello, así lograrás que el cabello se vuelva más resistente a este tipo de agua.
Si tu cabello es teñido debes reforzar los cuidados, un buen tip es utilizar un gorro, para evitar que se produzcan alteraciones de color y sobre todo se dañe.